lunes, 13 de febrero de 2017

Emocionario 6: La tristeza.

¡Hola de nuevo!

La última emoción que hemos trabajado en el cole ha sido la tristeza. Es una emoción básica (las que sentimos cuando nacemos) junto a la ira, el amor, el asco y el miedo. Ha sido una experiencia preciosa. 



by MJ Galia on Scribd


Siempre comenzamos las sesiones con música. Nos sentamos en semicírculo, cerramos los ojos y nos dejamos llevar. En esta ocasión, no han ido nada desencaminados/as y, tras oír el Réquiem de Mozart, se animaron a contarme qué sintieron. Algunos/as supieron decirme que era triste, incluso que veían en su imaginación como alguien se iba, o alguien moría. Algunos/as sentían algo de miedo, agonía, y otros, incluso sueño (cada uno/a es libre de sentir lo que quiera, ¿no?)



Para quien no lo sepa, un "Réquiem", es una pieza musical que se interpretaba en los sepelios de las personas célebres e importantes. En este caso, Mozart terminó esta obra poco antes de fallecer, y fue en su misa donde la estrenaron. 

Muchos/as se quedaron sorprendidos/as tras ver que sólo con escuchar la música habían sido capaces de sentir lo que el autor quería trasmitir. Y es que, como vimos, la música es el arte más directo, entra por los oídos y va directa al corazón. 

Luego trabajamos con la imagen del "Emocionario" para ver qué nos transmitía. 



Todos/as coincidieron en que era la tristeza. Como siempre, llegamos más allá y vimos qué le trasmitían esos colores, qué podría haber pasado para que estuvieran tristes, etc. Cada uno tuvo una visión que difería en algo con la de los demás, pero siempre digo que las imágenes son ambiguas y dejo que ellos/as expresen libremente lo que ven y lo que sienten.

Una vez definimos qué es la tristeza con ayuda de nuestro libro "El Emocionario", abrimos un debate sobre las cosas que nos hacen sentir así:
  • La muerte de un familiar o de una mascota.
  • Que las personas de mi alrededor se sientan mal.
  • Cuando veo animales abandonados.
  • Que maltraten a los animales y a las personas.
  • Que mis amigos/as me dejen solo/a.
  • Que me quiten mis juguetes.
Tras ello, pasamos a los consejos de cómo cuidar a una persona triste (aquí nos reímos mucho):

  1. Extiende una manta.
  2. Coge en brazos a la persona triste.
  3. Pon a la persona triste sobre la manta.
  4. Enrróllale como si fuera sushi.
  5. Coloca al rollito triste sobre la cama, el sofá u otro sitio cómodo.
  6. Abraza fuerte al rollito.
  7. Pon la película favorita del rollito.
  8. Alimenta al rollito con golosinas y otras cosas ricas.
  9. Asegúrate de que el rollito esté bien hidratado, llorar deshidrata mucho.
  10. Y el rollito de sushi ya está contento.
Como nos gusta siempre sacar el máximo partido, pasamos a ver cómo se ve la tristeza reflejada en el arte, tanto en pintura como escultura. (Podéis ver las obras elegidas en la presentación anterior) A continuación vimos el corto "Cambio de Pilas".


Mientras veían el corto, ya podía ver a algunos/as "haciendo pucheritos", otros/as se echaban en los hombros de los compañeros/as, todos/as se pusieron "tiernos/as"... hasta que acabaron llorando. Fue algo contagioso, triste y bonito a la vez. Ver como entre ellos/as mismos/as se consolaban me hacía sentir orgullosa de lo que estábamos consiguiendo. 

Para no dejarles con ese mal sabor de boca, tocó darnos varios abrazos grupales. 

El tema de la muerte es recurrente, por lo que estuvimos hablando de qué podríamos hacer para no sentirnos tan mal cuando alguien se muere. Todos estuvieron de acuerdo con que hay que disfrutar de las personas cuando están aquí con nosotros/as e intentar siempre ver la parte positiva de las cosas. 

Supieron ver que la tristeza no es una emoción negativa, que nos ayuda a estar solos/as, a desahogarnos, a ver que algo no va bien, a pensar qué estamos haciendo mal y poner remedio a ello. Además, sin tristeza tampoco existiría la alegría. 

Hicimos esta actividad, nuestro bote de lágrimas.



Y para acabar bien, metimos nuestros papelitos de cuál fue nuestro momento bonito del día y luego los leímos. Esta rutina la hemos incorporado para hacerla a diario, porque como sabemos, no todos los días son bonitos, pero siempre hay algo bonito en cada día, y es importante que aprendamos a verlo. Los viernes abrimos nuestro bote y leemos las cosas bonitas que nos han pasado durante la semana.






Os dejo fotos de algunos de ellos. Como veis, les encantaron los abrazos y ese momento bonito de lágrimas, abrazos y consuelo.





Y como colofón, para ver que en nuestro cole apenas hay espacio para la tristeza y que disfrutamos de cosas bonitas cada día, vimos este vídeo que realicé con mucho cariño para ellos/as. Y al final, como hablar de emociones y sentir siempre une, me di cuenta mientras recogía que empezaron una guerra de cosquillas de forma totalmente espontánea. ¿Me los como?


¡Hasta la próxima!

lunes, 13 de junio de 2016

Emocionario 5: El asco


¡Hola de nuevo! 

Siento no tener esto tan actualizado como me gustaría, pero me cuesta estirar más el tiempo.

En nuestra clase seguimos trabajando las emociones. Esta vez, se trata de una fácilmente reconocible por los niños: el asco.

En este Power Point están todos los recursos que seleccioné para trabajar esta emoción.





Como dinámica, al final de la sesión, estuvimos tocando cosas "a ciegas", y nos lo pasamos pipa. Debo confesar que se tomaron la revancha después y me hicieron irme de clase y me preparon todo tipo de "cochinadas" para que yo las tocara. Lo importante es que lo disfrutamos muchísimo juntos.










viernes, 4 de marzo de 2016

Emocionario 4: La vergüenza.

¡Hola! Ya estoy de nuevo por aquí, con mucho retraso, pero es difícil llevar todo al día.

La última emoción que hemos trabajado en clase ha sido la vergüenza.

Esta vez, sólo hizo falta que vieran la imagen para saber de qué emoción se trataba, pues es bastante ilustrativa.



Como en clase los alumnos de sexto están estudiando la reproducción humana y precisamente esto es lo que sienten cada vez que hablamos del tema, les fue muy fácil poner ejemplos de cuándo sentían vergüenza. 

Sin embargo, es importante hacerles ver que la vergüenza no es sólo el miedo que tenemos a enfrentarnos a situaciones nuevas porque los demás se burlen de nosotros. Hemos hablado de que también podemos sentir vergüenza por algo que hacen los demás (vergüenza ajena) o cuando hacemos algo que está mal y nos sentimos avergonzados por haberlo hecho. Por lo tanto, hemos aprendido a distinguir tres tipos de vergüenza.

Después de hablar de cosas que nos hacen sentirnos avergonzados, vimos este fragmento de la película "Del revés" donde se perciben situaciones en las que podemos sentir vergüenza ajena.




En el siguiente vídeo (en inglés subtitulado), nos explican qué es la vergüenza y nos dan consejos sobre cómo poder superarla.

1.- Tratar de no repetir en nuestra cabeza la situación que nos produce incomodidad una y otra vez, ya que puede causarnos ansiedad y paralizarnos ante esa situación. Imagina que tu cabeza es como una televisión, y cuando venga esa imagen a tu cabeza, cambia de canal, piensa en otra cosa que te haga sentir bien (un chiste, una situación divertida, algo que te guste...).

2.- No dar importancia a las situaciones que nos producen vergüenza. Seguramente, sólo tú habrás notado que te tiemblan hasta los párpados cuando sales a la pizarra. Los demás no se fijan en las mismas cosas que nosotros. Quítale importancia tú también. 

3.- No sientas que eres el centro de atención. 


Tras ver estos dos vídeos, realizamos una actividad en grupo. Les dí sobres con estas imágenes, que ilustran situaciones en las que se siente esta emoción. Tenían tres cajas: una de ellas representaba la vergüenza que sentimos porque se burlan de nosotros, o ante una situación nueva. Otra, la vergüenza que sentimos cuando hacemos algo mal, y la última se refería a la vergüenza ajena.

 Tenían que discutir entre todos en qué caja introducir cada imagen pensando en lo que les había hecho sentir así. 

Me encanta escucharlos ponerse en lugar de las personas que aparecen en la foto e intentar averiguar por qué se sienten así... ¡Tienen percepciones tan diferentes de las situaciones y todas son tan válidas! Y ya noto que saben expresarse mucho mejor a la hora de definir una emoción o hablar de cómo se sienten.

CAJA 1: VERGÜENZA (POR BURLAS O SITUACIONES NUEVAS)















CAJA 2: VERGÜENZA (CULPABILIDAD)







CAJA 3: VERGÜENZA AJENA.








Tras esto, hicimos una actividad en la que tenían que escribir en tarjetas, de forma anónima, situaciones que le hacen sentir vergüenza y poner las tarjetas escritas en una caja. Después, las leímos (intentaron adivinar de quién era cada tarjeta), y vimos que casi todos sentimos vergüenza ante las mismas situaciones, por lo que deberíamos restar importancia a esos hechos.








Las más repetidas fueron:

- Hablar sobre la reproducción humana y los aparatos reproductores.

- Que me vean "en bolas".

- Cantar/bailar delante de la gente.

- Cuando mi hermana monta "un pollo" en público.

- Cuando voy por la calle con un amigo y hace el payaso.

- Ganar una medalla y que luego te la quiten delante de todo el público (tenemos una gimnasta en la clase).

- Que mi hermano haga el tonto.

-Hacerme pipí/caca encima.

-Ir por la calle y que se me rompan los pantalones.

- Si me copio en los exámenes y me pillan.

-Enseñar el culo.

- Hacer las cosas mal y que se rían de mí por eso.

- Ponerme ropa de chica.

- Cuando una niña me da un beso.

- Que me canten cumpleaños feliz.

- Suspender un examen sabiéndomelo.

- Que alguien que vaya conmigo por algún sitio se enfade y empiece a tirar cosas.

-Cuando le digo a mi perro que haga algo que sabe hacer y no lo hace delante de mis amigos.

Por último, completaron sus emocionarios con esta emoción. 

Por cierto, no os enseñé cómo quedaron. Decoraron ellos mismos la portada como quisieron, con goma eva, fieltro, telas, botones...quería que fuese algo personal y que les gustara.










Completan su emocionario con cada emoción que vamos trabajando. Espero que os haya gustado esta sesión, ¡nosotros la disfrutamos un montón!

¡Hasta la próxima!




domingo, 14 de febrero de 2016

Emocionario 3: La ira.


¡Hola de nuevo!

Una semana más, trabajamos el emocionario en clase. Esta vez, se unieron los compañeros de 3º para poder disfrutar con nosotros del mundo de las emociones.

Como contraposición a las dos emociones tan bonitas y positivas que hemos trabajado en semanas anteriores, esta semana hemos trabajado la IRA.







Ya está todo listo para empezar, ¿comenzamos?

En primer lugar, analizamos la imagen que el libro "Emocionario" nos muestra para ilustrar la ira.



Comenzamos a hablar sobre la imagen:

-¿Qué véis en ella?
-¿Qué colores aparecen?
- ¿Qué significan esos colores, qué os transmiten?
- ¿Qué expresión tiene el pájaro? ¿Por qué creéis que se siente así?

Ellos, que ya han cogido la dinámica del proyecto, enseguida ven más allá de un pájaro enfadado, y empiezan a interpretar la imagen a su forma:

- "El color rojo me transmite pasión, rabia, enfado (porque cuando nos enfadamos nos ponemos rojos)"

- "A mí me transmite miedo",

- "Yo creo que el pájaro está así porque se le están cayendo las plumas"...

Esta vez, tengo que pedirles a algunos que no digan la emoción, porque son muy listos y enseguida la aciertan, para que los demás puedan dejarse llevar por la música para ver lo que sienten.

Les pido que se cojan de la mano, cierren los ojos, y escuchen.



Tras escuchar la música, todos estaban de acuerdo en que les transmitía algo de agonía, una emoción mala: nerviosismo, miedo, agobio, pena, IRA. ¡Muy bien!

Entonces, procedemos a coger nuestros libros del Emocionario, y buscamos en él la definición de la ira.

"Ira: también conocida como ´rabia´, ´cólera´o ´furia´. La ira es velocísima: te domina y se va casi sin que te des cuenta. Por lo general, puede apoderarse de ti en situaciones que consideras muy injustas o que atentan contra tu bienestar.

En una sociedad civilizada, la ira no es útil, porque la ira es una emoción que no deja pensar. Te hace reaccionar como un animal que es atacado por otro. 

Y puesto que no vivimos entre bestias salvajes, nuestras malas reacciones nos suelen meter en problemas. En consecuencia, es mejor ecitar que la ira tome el control mientras estemos a tiempo. Por ejemplo, al sentir un poquito de irritación."

Es una emoción muy reconocible para ellos. Enseguida, empiezan a decirme cómo se sienten cuando sienten ira: me pongo rojo, me enciendo, todo va muy rápido, me pongo nervioso....

Para mostrarles como reaccionamos cuando sentimos ira y aprender a calmarnos, hacemos un experimento. Llenamos un bote con agua y purpurina y lo cerramos muy bien. Agitamos el bote y la purpurina se dispersa y se mueve muy rápidamente, como nuestro cuerpo cuando sentimos ira, se siente agitado. Pero, si esperamos un poco, la purpurina se va depositando lentamente en el fondo de nuestro bote. Así aprendemos a relajarnos cuando sentimos furia y seremos capaces de pararnos a pensar antes de actuar. Ahora, cada vez que sientan esta emoción, podrán agitar el bote y respirar para relajarse mientras ven la purpurina parar de girar frenéticamente. 



Entonces, vemos dos cortos que dan lugar a un debate sobre esta emoción:






Tras ello, realizamos una actividad para soltar toda nuestra ira. Usamos dos vasos de agua. Cada uno de los niños salieron a decir las cosas por las que se enfadaban y sentían ira, y cada vez que decían alguna, cogían una pizca de sal y la echaban en uno de los vasos. 



- "Yo me enfado cuando mi madre no me deja salir a la calle cuando hace frío, ¿entonces para qué están los abrigos? También me enfado cuando me hacen acostarme temprano y no me dejan ver `Gran Hermano'- gracias padres de Andrea por no permitirlo-. Siento rabia cuando no me dejan ver los dibujitos" (Andrea).

- "Yo me enfado cuando mi hermano no me deja ver la tele, o mi hermana me manda a recoger los juguetes (no entiende que no me voy a acostar sin recogerlos, que yo me lo tomo con tranquilidad) y cuando mi hermano no comparte conmigo". (Silvia)

- "Yo me enfado cuando mi hermana no me hace caso, cuando pierde el Barça y cuando suspendo exámenes" (Juan).

- "Yo me enfado cuando mi hermana me esconde las muñecas y cuando me riñen" (Tania).

- "Yo me enfado cuando me riñen sin motivo, cuando pierde el Barça y cuando suspendo exámenes" (Francisco).

- "Yo me enfado cuando me peleo con mi hermano" (Mari Pili).

Al final, en uno de los vasos estaba el agua impoluta, y en el otro estaba el agua contaminada. Al finalizar, pregunté a los niños qué agua se beberían, y por supuesto supieron elegir y decirme el por qué.

- "Yo me bebería la limpia porque la otra tiene toda nuestra rabia y nuestra furia dentro" (Andrea).

Esto dio lugar a que habláramos de que es preferible tener a nuestro lado a gente limpia de corazón, sin rabia, odio ni rencor, y que por lo tanto, nosotros también deberíamos ser así.

Por último, hicimos una actividad en parejas, que consistía en graduar de menor a mayor intensidad los diferentes estados de la ira. Para ello, les di un sobre con fotos para que lo ordenaran de menor a mayor (molesto, enfadado, irritado, furioso). Una vez lo ordenaron, les di otro sobre con los nombres de estas emociones para que lo colocaran con el dibujo que ellos creían que se correspondían.







¡Y estas son las caras de furia de mis alumnos/as! (Después de muchas risas, que enfadarse cuando nos lo estamos pasando bien juntos es muy difícil).








¡Hasta la próxima!