¡Hola de nuevo!
La última emoción que hemos trabajado en el cole ha sido la tristeza. Es una emoción básica (las que sentimos cuando nacemos) junto a la ira, el amor, el asco y el miedo.
Ha sido una experiencia preciosa.
by MJ Galia on Scribd
Siempre comenzamos las sesiones con música. Nos sentamos en semicírculo, cerramos los ojos y nos dejamos llevar. En esta ocasión, no han ido nada desencaminados/as y, tras oír el Réquiem de Mozart, se animaron a contarme qué sintieron. Algunos/as supieron decirme que era triste, incluso que veían en su imaginación como alguien se iba, o alguien moría. Algunos/as sentían algo de miedo, agonía, y otros, incluso sueño (cada uno/a es libre de sentir lo que quiera, ¿no?)
Para quien no lo sepa, un "Réquiem", es una pieza musical que se interpretaba en los sepelios de las personas célebres e importantes. En este caso, Mozart terminó esta obra poco antes de fallecer, y fue en su misa donde la estrenaron.
Muchos/as se quedaron sorprendidos/as tras ver que sólo con escuchar la música habían sido capaces de sentir lo que el autor quería trasmitir. Y es que, como vimos, la música es el arte más directo, entra por los oídos y va directa al corazón.
Luego trabajamos con la imagen del "Emocionario" para ver qué nos transmitía.
Todos/as coincidieron en que era la tristeza. Como siempre, llegamos más allá y vimos qué le trasmitían esos colores, qué podría haber pasado para que estuvieran tristes, etc. Cada uno tuvo una visión que difería en algo con la de los demás, pero siempre digo que las imágenes son ambiguas y dejo que ellos/as expresen libremente lo que ven y lo que sienten.
Una vez definimos qué es la tristeza con ayuda de nuestro libro "El Emocionario", abrimos un debate sobre las cosas que nos hacen sentir así:
Una vez definimos qué es la tristeza con ayuda de nuestro libro "El Emocionario", abrimos un debate sobre las cosas que nos hacen sentir así:
- La muerte de un familiar o de una mascota.
- Que las personas de mi alrededor se sientan mal.
- Cuando veo animales abandonados.
- Que maltraten a los animales y a las personas.
- Que mis amigos/as me dejen solo/a.
- Que me quiten mis juguetes.
Tras ello, pasamos a los consejos de cómo cuidar a una persona triste (aquí nos reímos mucho):
- Extiende una manta.
- Coge en brazos a la persona triste.
- Pon a la persona triste sobre la manta.
- Enrróllale como si fuera sushi.
- Coloca al rollito triste sobre la cama, el sofá u otro sitio cómodo.
- Abraza fuerte al rollito.
- Pon la película favorita del rollito.
- Alimenta al rollito con golosinas y otras cosas ricas.
- Asegúrate de que el rollito esté bien hidratado, llorar deshidrata mucho.
- Y el rollito de sushi ya está contento.
Como nos gusta siempre sacar el máximo partido, pasamos a ver cómo se ve la tristeza reflejada en el arte, tanto en pintura como escultura. (Podéis ver las obras elegidas en la presentación anterior)
A continuación vimos el corto "Cambio de Pilas".
Mientras veían el corto, ya podía ver a algunos/as "haciendo pucheritos", otros/as se echaban en los hombros de los compañeros/as, todos/as se pusieron "tiernos/as"... hasta que acabaron llorando. Fue algo contagioso, triste y bonito a la vez. Ver como entre ellos/as mismos/as se consolaban me hacía sentir orgullosa de lo que estábamos consiguiendo.
Para no dejarles con ese mal sabor de boca, tocó darnos varios abrazos grupales.
Para no dejarles con ese mal sabor de boca, tocó darnos varios abrazos grupales.
El tema de la muerte es recurrente, por lo que estuvimos hablando de qué podríamos hacer para no sentirnos tan mal cuando alguien se muere. Todos estuvieron de acuerdo con que hay que disfrutar de las personas cuando están aquí con nosotros/as e intentar siempre ver la parte positiva de las cosas.
Supieron ver que la tristeza no es una emoción negativa, que nos ayuda a estar solos/as, a desahogarnos, a ver que algo no va bien, a pensar qué estamos haciendo mal y poner remedio a ello. Además, sin tristeza tampoco existiría la alegría.
Hicimos esta actividad, nuestro bote de lágrimas.
Hicimos esta actividad, nuestro bote de lágrimas.
Y para acabar bien, metimos nuestros papelitos de cuál fue nuestro momento bonito del día y luego los leímos.
Esta rutina la hemos incorporado para hacerla a diario, porque como sabemos, no todos los días son bonitos, pero siempre hay algo bonito en cada día, y es importante que aprendamos a verlo. Los viernes abrimos nuestro bote y leemos las cosas bonitas que nos han pasado durante la semana.
Os dejo fotos de algunos de ellos. Como veis, les encantaron los abrazos y ese momento bonito de lágrimas, abrazos y consuelo.
Y como colofón, para ver que en nuestro cole apenas hay espacio para la tristeza y que disfrutamos de cosas bonitas cada día, vimos este vídeo que realicé con mucho cariño para ellos/as.
Y al final, como hablar de emociones y sentir siempre une, me di cuenta mientras recogía que empezaron una guerra de cosquillas de forma totalmente espontánea. ¿Me los como?
¡Hasta la próxima!