domingo, 14 de febrero de 2016

Emocionario 3: La ira.


¡Hola de nuevo!

Una semana más, trabajamos el emocionario en clase. Esta vez, se unieron los compañeros de 3º para poder disfrutar con nosotros del mundo de las emociones.

Como contraposición a las dos emociones tan bonitas y positivas que hemos trabajado en semanas anteriores, esta semana hemos trabajado la IRA.







Ya está todo listo para empezar, ¿comenzamos?

En primer lugar, analizamos la imagen que el libro "Emocionario" nos muestra para ilustrar la ira.



Comenzamos a hablar sobre la imagen:

-¿Qué véis en ella?
-¿Qué colores aparecen?
- ¿Qué significan esos colores, qué os transmiten?
- ¿Qué expresión tiene el pájaro? ¿Por qué creéis que se siente así?

Ellos, que ya han cogido la dinámica del proyecto, enseguida ven más allá de un pájaro enfadado, y empiezan a interpretar la imagen a su forma:

- "El color rojo me transmite pasión, rabia, enfado (porque cuando nos enfadamos nos ponemos rojos)"

- "A mí me transmite miedo",

- "Yo creo que el pájaro está así porque se le están cayendo las plumas"...

Esta vez, tengo que pedirles a algunos que no digan la emoción, porque son muy listos y enseguida la aciertan, para que los demás puedan dejarse llevar por la música para ver lo que sienten.

Les pido que se cojan de la mano, cierren los ojos, y escuchen.



Tras escuchar la música, todos estaban de acuerdo en que les transmitía algo de agonía, una emoción mala: nerviosismo, miedo, agobio, pena, IRA. ¡Muy bien!

Entonces, procedemos a coger nuestros libros del Emocionario, y buscamos en él la definición de la ira.

"Ira: también conocida como ´rabia´, ´cólera´o ´furia´. La ira es velocísima: te domina y se va casi sin que te des cuenta. Por lo general, puede apoderarse de ti en situaciones que consideras muy injustas o que atentan contra tu bienestar.

En una sociedad civilizada, la ira no es útil, porque la ira es una emoción que no deja pensar. Te hace reaccionar como un animal que es atacado por otro. 

Y puesto que no vivimos entre bestias salvajes, nuestras malas reacciones nos suelen meter en problemas. En consecuencia, es mejor ecitar que la ira tome el control mientras estemos a tiempo. Por ejemplo, al sentir un poquito de irritación."

Es una emoción muy reconocible para ellos. Enseguida, empiezan a decirme cómo se sienten cuando sienten ira: me pongo rojo, me enciendo, todo va muy rápido, me pongo nervioso....

Para mostrarles como reaccionamos cuando sentimos ira y aprender a calmarnos, hacemos un experimento. Llenamos un bote con agua y purpurina y lo cerramos muy bien. Agitamos el bote y la purpurina se dispersa y se mueve muy rápidamente, como nuestro cuerpo cuando sentimos ira, se siente agitado. Pero, si esperamos un poco, la purpurina se va depositando lentamente en el fondo de nuestro bote. Así aprendemos a relajarnos cuando sentimos furia y seremos capaces de pararnos a pensar antes de actuar. Ahora, cada vez que sientan esta emoción, podrán agitar el bote y respirar para relajarse mientras ven la purpurina parar de girar frenéticamente. 



Entonces, vemos dos cortos que dan lugar a un debate sobre esta emoción:






Tras ello, realizamos una actividad para soltar toda nuestra ira. Usamos dos vasos de agua. Cada uno de los niños salieron a decir las cosas por las que se enfadaban y sentían ira, y cada vez que decían alguna, cogían una pizca de sal y la echaban en uno de los vasos. 



- "Yo me enfado cuando mi madre no me deja salir a la calle cuando hace frío, ¿entonces para qué están los abrigos? También me enfado cuando me hacen acostarme temprano y no me dejan ver `Gran Hermano'- gracias padres de Andrea por no permitirlo-. Siento rabia cuando no me dejan ver los dibujitos" (Andrea).

- "Yo me enfado cuando mi hermano no me deja ver la tele, o mi hermana me manda a recoger los juguetes (no entiende que no me voy a acostar sin recogerlos, que yo me lo tomo con tranquilidad) y cuando mi hermano no comparte conmigo". (Silvia)

- "Yo me enfado cuando mi hermana no me hace caso, cuando pierde el Barça y cuando suspendo exámenes" (Juan).

- "Yo me enfado cuando mi hermana me esconde las muñecas y cuando me riñen" (Tania).

- "Yo me enfado cuando me riñen sin motivo, cuando pierde el Barça y cuando suspendo exámenes" (Francisco).

- "Yo me enfado cuando me peleo con mi hermano" (Mari Pili).

Al final, en uno de los vasos estaba el agua impoluta, y en el otro estaba el agua contaminada. Al finalizar, pregunté a los niños qué agua se beberían, y por supuesto supieron elegir y decirme el por qué.

- "Yo me bebería la limpia porque la otra tiene toda nuestra rabia y nuestra furia dentro" (Andrea).

Esto dio lugar a que habláramos de que es preferible tener a nuestro lado a gente limpia de corazón, sin rabia, odio ni rencor, y que por lo tanto, nosotros también deberíamos ser así.

Por último, hicimos una actividad en parejas, que consistía en graduar de menor a mayor intensidad los diferentes estados de la ira. Para ello, les di un sobre con fotos para que lo ordenaran de menor a mayor (molesto, enfadado, irritado, furioso). Una vez lo ordenaron, les di otro sobre con los nombres de estas emociones para que lo colocaran con el dibujo que ellos creían que se correspondían.







¡Y estas son las caras de furia de mis alumnos/as! (Después de muchas risas, que enfadarse cuando nos lo estamos pasando bien juntos es muy difícil).








¡Hasta la próxima!